DEJA DE QUEJARTE… NO VAYAS

COMPARTE

Un ejercicio de «reciclaje bloguero» es lo que es este post… recupero una de las entradas de hace ya bastante tiempo (unos 4 años!!!) porque veo que la cosa sigue igual…o peor!!!

Y, sí!! soy de los asiduos a salas y a festivales pero… qué está pasando con el precio de las entradas de los grandes eventos??? La cosa ya es una especie de especulación pura y dura.

Ante todo parto de la base de que a mí ya no me sirve que nos vendan la «moto» de la inflación, del aumento de costes, de los viajes, de la producción, conflictos mundiales etcetc. Las multinacionales/fondos de inversión quieren ganar pasta y cuanto más mejor, punto. Les dan igual tus gustos musicales, las bandas y tu nostalgia de que un tiempo pasado musical fue mejor, bueno, igual no les da porque se aprovechan de ello.

Resulta que ahora AC/DC, Pearl Jam y diversas bandas «míticas» les gustan a todo el mundo, a todo el mundo!!! Ese grupo «heavy» de hace años, cuándo heavy era un adjetivo cuasi despectivo y sectario; o ese grupo de la misma ciudad que los Nirvana, los «grunges» esos…

Si hay una demanda espectacular esto conlleva a que la empresa/promotora de turno saca las entradas a los precios que deseen (poder del proveedor), esas entradas se van a vender/pagar sí o sí. Y claro, previamente, se ha creado un boom, unas expectativas que incrementan nuestro deseo: nos imaginamos ya en ese estadio/recinto, cerveza en mano escuchando (lo que queda) de Highway to hell!!!!! IMPAGABLE!!!

Y OJO!!! esas expectativas desbordadas que aumentan una potencial demanda, las crean también los medios de comunicación que, indirectamente contribuyen a ese aumento del precio… pero, a ver, vamos por partes.

Lo primero y más evidente: el POSTUREO.

Sí! el p++o postureo es un elemento importante de esta alza de precios.

Al «ignorante musical amante del instagrameo y del “yo estuve allí y tú no” le da igual quién esté tocando, lo que le interesa es chatear en su grupo de wasssap o publicar en su perfil de red social presumiendo de “estar en ese bolo” en una auténtica demostración de complejos ocultos. Reafirmarse y dar envidia porque quizás su vida es tan triste que es la única manera de darse a valer, además del mero materialismo capitalista que es pagar una entrada a precio del rodio porque «me la puedo pagar» o si no tiro de visa que para eso está, ya pagaré la entrada, el viaje, el hotel y la fiesta a plazos….pero «YO ESTUVE ALLÍ… y tú no!!!»

Me compro unas entradas para un «grupo del que no tengo ni puta idea, pero como soy un idiota sin personalidad me dejo llevar por lo que dictan los medios y además las entradas son carísimas, por algo será…”

Y es que normalmente se asocia lo caro con la calidad, pero a veces no es así, distingamos música y espectáculo porque creo que a día de hoy es uno de los grandes problemas…no!!! no son lo mismo!!!

Posers, postureo, aparenteo, musiquito fingido, ese que nunca ha pisado una sala de conciertos para descubrir alguna banda de su ciudad…y si la ha pisado, ha sido para ver una cover band o una banda tributo… GRACIAS por contribuir al aumento de los precios!!!

Segundo: LAS EMPRESAS

Es una perogrullada pero supongo que a estas alturas todos sabemos que promotores y organizadores son EMPRESAS (de hecho hay mucho hostelero metido a promotor de festivales, al que sólo le interesa cuántas entradas vende tal grupo para que las barras funcionen bien, y sin tener ni puta idea y cero interés por la música. OJO, qué esto pasa en todo tipo de negocios!!!).

La música es un negocio que utiliza estrategias publicitarias basados en estudios y campañas de marketing, de gastos, de ingresos, sociológicos… hasta saben cuántas y a qué hora consumes cerveza cuándo estás dentro de un recinto; tus gustos musicales les dan igual, sólo les importa lo que pagues/gastes ese día en el que tú te sientes realizado viendo a tu banda favorita o, remitiéndome al punto uno, sin importarte una mierda lo que estás viendo en el escenario.

Las empresas miran por su negocio, sea de música o de botones, se trata de vender un producto al mejor precio, que casi nunca es el más justo.

Mención especial a las ticketeras que ya las podríamos incluir dentro del sector bancario, no?

Tres: LAS BANDAS

Ya no hay principios. Las bandas de «élite» son como los jugadores de futbol de «élite»: el «escudo o los colores» nos dan igual, vamos a dónde mejor paguen.

Cuántas luchas por el comercio justo, por sus fans, por criticar el sistema capitalista se han quedado atrás?? O la jugada del: me separo y vuelvo X años después, con entradas «infladas a doblón» que la gente pagará, gente que me seguía hace años y ahora tiene poder adquisitivo para pagar X precios.

Luchaba en los 90 contra las grandes multis y ticketeras, pero al pasar los años prefiero vivir mejor, si no puedes con tu enemigo unete a él. Además ya no quiero giras largas, unos cuantos conciertos a precios desorbitados y listo, años de vidorra solucionados. Digo que un tanto por cien va para causas benéficas y luchas varias y listo, venga va: 190 euros la entrada sin despeinarse.

Sólo quedamos el guitarra y el cantante, septuagenarios somos, pero da igual, la gente viene en pandilla o en familia a gastarse el pastizal porque es un «concierto único que quizás no volverá a pasar» jajajajajajaja…así seguiremos hasta la muerte y en cada gira 100 «pavitos» más, total!!!

Cuatro: el FAN

Tú o yo, los que no nos consideramos incluidos en el punto uno, qué hacemos??? Dejamos que nos sigan tomando el pelo??? Seguimos alimentando la «máquina»? Dejamos que ir a un macroconcierto se convierta en bien de lujo??? Qué ocurre?? Acaso quieren filtrar a los asistentes??? Es un clasismo subyacente??? Sólo quieren que acuda gente con pasta para que las barras funcionen debidamente pagando la birra a precio «gran reserva»??? Muchas cuestiones en el aire.

Muchos artículos estos días sobre este tema (incluído club de fans) y hay dos conclusiones claras: si no vas a ese bolo, tu vida va a seguir siendo igual; si en vez de gastarte cientos de euros en un bolo, y realmente amas la música, invierte en futuras bandas, apoya tu escena local, acude a las salas o a esos «otros festivales» a apoyar a la «cantera», descubre la calidad que hay más allá de lo de siempre, rompe con la rutina y la fotocopia festivalera que se repite año tras año, hay vida más allá del «funcionariado musical»

Cuándo vas al cine, o ves una serie/película en plataformas de pago, ojo, de PAGO, sabes lo que vas a ver?? Pagas, te «arriesgas» y quizás descubres un buen director, una buena trama, un buen actor…pues eso lo extrapolamos a una sala con un bolo de una banda local, emergente o «menos conocida»…saca tus conclusiones.

Por suerte todavía quedan festivales y conciertos «honestos» dónde la música sí importa y con los que los fans nos sentimos identificados, además de la satisfacción de haber visto (y apoyado) a bandas que hoy son «grandes» después de descubrirlas en una sala desolada donde estábamos diez personas y es que no había más por tópicos como: «porque yo paso de ir a verlos, a esos no los conoce ni dios y además hay que pagar 10 euros«

Es un tema largo que daría para cientos de debates y lo que aquí he expuesto es tan sólo una visión muy superficial y generalista de lo que sigue ocurriendo en el negocio de la música en directo… y que tiene difícil solución… de ti depende.

POR SUERTE, NADIE NOS OBLIGA A NADA y menos en lo que gastamos en nuestro tiempo de ocio, no??

… Y, por supuesto hay muchísimos factores y agentes (entre ellos los medios de comunicación de todo tipo) pero no quiero dar más la brasa y si has llegado hasta aquí te doy las gracias!!!!!


COMPARTE

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *