Muchos de nuestros festivales gallegos favoritos se unen para crear la Asociación FESTIVAIS DE GALICIA.
Ocho son los festivales: Atlantic Fest, Festival de la Luz, Revenidas, Ribeira Sacra, Sinsal SON Estrella Galicia, SonRías Baixas, Vive Nigrán y WOS Festival SON Estrella Galicia .
«Ocho proyectos que reunidos suman, cada año, unas 300.000 personas, generan cientos de puestos de trabajo e invierten más de tres millones de euros en el territorio«. Y no hay que negar que son un factor esencial de visibilización de los municipios donde se celebran ya que atraen un turismo musical que cada día cobra más importancia y que gana peso en la economía año tras año.
En muchos casos se habla de competencia brutal entre festivales ( festiwar, burbuja festivalera…), sin embargo, los ocho participantes destacan «que no se consideran competencia, si no que coinciden en la idea de que un esfuerzo coordinado facilitará la creación y consolidación de nuevos públicos, y la construcción de un modelo productivo que beneficie estrategicamente a todas las partes implicadas: público, instituciones, territorio y organizadores».
De hecho, haciendo un poco de sangre, y con toda la controversia que ha traído ese macrofestival en O Monte do Gozo (O Son Do Camiño), creo que esta asociación intenta acabar con ese tipo de adjudicaciones y rarezas varias dentro del sector cultural gallego.
Dejando estas reflexiones a un lado, algo que se apuntaba en la presentación de FESTIVAIS DE GALICIA es que «una de sus metas es la promoción de festivales únicos, diferenciados, con valores singulares, adaptados a la realidad del entorno social y geográfico«. Está claro que se necesita una vuelta de tuerca a muchos aspectos festivaleros, sobretodo huir de las fotocopias y atraer a nuevo público.
Lógicamente, la gran mayoría de las veces hay que jugar sobre seguro, pero si los festivales no arriesgan con nuevas propuestas y no contribuyen, en cierta manera, a culturizar musicalmente al público, siempre caeremos en lo mismo. El público cada día es más vago de oídos (salvando ciertos sectores…los menos)
Lo que sí es cierto es que el público (y sobretodo el más adulto) busca algo más que la música; busca experiencias, una forma de hacer turismo diferente, aunar vacaciones con entorno, música, familia, gastronomía… Muy importante esa conjunción entre el espacio, el entorno, la situación, la comodidad…los festivales ya no son sólo para el verano y un sector del público se ha vuelto más exigente (y no sólo musicalmente) y eso la asociación lo sabe: «busca incluir distintas sensibilidades, ubicaciones y contextos: urbanas y rurales, de interior y de costa, etc.» .
Pero, POR FAVOR, nunca dejemos de lado la importancia de la MÚSICA en todo esto
Tras leer la nota de prensa, parece que se huye de la idea de macrofestival monstruoso, de hecho muchas de las 8 propuestas son festivales de mediano aforo y con carteles arriesgados (incluso desconocidos hasta el día del evento, caso del Sinsal). Buscando una exclusividad que le encanta a ciertos sectores del público.
Y por supuesto, algo que llevo destacando desde hace tiempo: el factor familiar-infantil. Horarios adaptados para poder ir con nuestros hijos a los bolos, facilidades, actividades y zonas adaptadas para ellos, sesiones vermú por doquier (Atlantic Fest o Festival de La Luz, por ejemplo). Un público objetivo que, en su mayoría, ronda los 30-40 años.
Y cómo llegamos al público más joven??? No hay relevo???? La pregunta del millón…Ardua tarea !!!! Y más cuando la brecha de edad entre promotores y público más joven cada vez se hace más grande.
Es complicado renovar público, atraer a un público joven; es importante huir de ese rol de meros hosteleros metidos a promotores; es complicado encontrar festivales que asuman riesgos y además apuesten en gran medida por la escena autóctona; es complicado convencer al público con nuevas propuestas, es complicado diseñar carteles con mimo y conocimiento musical, y por supuesto, es importante el respeto y el trato a las bandas (tanto locales como foráneas) por parte de la organización.
FESTIVAIS DE GALICIA quiere «proporcionar al público experiencias únicas, llenas de música, actividades y vivencias que sólo es posible vivir en Galicia, donde lo que importan son las personas, porque el mayor premio es que quieran volver año tras año«
El apoyo a nuestra tierra es algo muy presente en la asociación y desde mi humilde posición, bienvenidas sean este tipo de iniciativas, a veces necesarias en un entorno hostil o de supervivencia en esto del mundo festivalero, y que, por cierto, «es un proyecto pionero e inédito en España«.
Y dando un tirón de orejas al PÚBLICO: a veces buscamos fuera algo que tenemos muy cerca. Nunca entenderé porque hay gente que se gasta un pastón en ir a 1000 km de su casa a ver a bandas que si te las traen aquí al lado ni siquiera te molestas en ir a ver y te quejas de lo cara que es la entrada, y sin contar el mínimo apoyo a la escena local, y eso… es un problema.
Ahí lo dejo.